Updated: Junio 6, 2011
Algunos padres consideran que la vacunación contra la hepatitis B no es necesaria, basados en la creencia errónea de que los niños no corren el riesgo de contraer esta enfermedad. La verdad es que entre el 16% y el 30% de los casos de hepatitis B no tienen una fuente de infección conocida.
El VHB causa una infección aguda (de corta duración) en algunas personas, pero en otras causa una infección crónica (de larga duración). Además, los síntomas de la infección varían:
Algunas infecciones se vuelven crónicas, lo que presenta un riesgo para otros. Aquellos con infecciones crónicas también corren el riesgo de desarrollar enfermedades del hígado, incluyendo cáncer del hígado, más tarde en sus vidas. El riesgo de adquirir una infección crónica depende de la edad durante la infección inicial. Por ejemplo, el riesgo de estar infectado crónicamente es:
Las consecuencias del la infección aguda con el VHB pueden ser muy graves. Sin embargo, los efectos más graves se dan muchos años o décadas después en aquellos que tienen una infección crónica. Por ejemplo, un 25% de bebés y niños pequeños con infección crónica, morirán prematuramente en la adolescencia o, más a menudo, como adultos a causa de la enfermedad del hígado o cáncer del hígado.1 Por estas razones, es importante prevenir la transmisión del VHB de persona a persona a una edad temprana.
El VHB causa 5000 muertes anuales en los Estados Unidos, incluyendo 3000-4000 por cirrosis y aproximadamente 1000-1500 por cáncer primario del hígado.
El costo estimado anual en gastos médicos y pérdida de trabajo por el VHB es de $700 millones en los Estados Unidos. 2 Aproximadamente 1.25 millones de personas en el país tienen infección crónica con el VHB. Alrededor del mundo, más de 350 millones de personas tienen esta infección.
La vacuna de la hepatitis B actual ha sido usada en los Estados Unidos desde 1986. Inicialmente la vacuna fue recomendada sólo para personas identificadas como con alto riesgo de adquirir la infección. En 1991, la recomendación fue extendida para incluir a todos los niños menores de dos años. En 1995 y 1999, la recomendación universal para la vacuna de la hepatitis B fue extendida para que incluyera a todos los niños menores de 18 años. En el 2005, se publicó una estrategia detallada para eliminar la transmisión del VHB en los Estados Unidos 1 que incluye la vacunación de los recién nacidos al momento de nacer y la identificación activa de madres infectadas para proveer tratamiento inmediato a los bebés. La vacuna de la hepatitis B protege en contra de las infecciones agudas y crónicas, reduciendo los riesgos de todas las complicaciones del VHB, incluyendo el cáncer del hígado.1 Incluso si el número de anticuerpos disminuye con el tiempo, la persona vacunada sigue estando protegida. Usualmente, se requieren 3 dosis de la vacuna para proveer protección completa.
Entre 1990 y el 2002, la hepatitis B aguda bajó de 21102 casos reportados a 8064.3 La incidencia de hepatitis B aguda entre niños y adolescentes disminuyó en un 89%4 y la prevalencia de infección crónica del VHB también se redujo.5
Después de una década, un programa que comenzó en 1992 en British Columbia (Canadá) vacunando niños de 11 años contra la hepatitis b, redujo la transmisión del VHB, eliminando la infección con el VHB en los adolescentes. 6.
La vacuna de la hepatitis B es extremadamente segura, incluso cuando se le administra a los recién nacidos, los niños y los adolescentes. 4 5 7 Un tercio de las personas vacunadas experimentan un dolor temporal en el lugar de la inyección, al igual que una fiebre leve. Un número muy pequeños de personas no debe recibir la vacuna de la hepatitis B, como aquellos que tienen una alergia grave a la levadura o a una dosis previa de la vacuna.
Algunos padres se resisten a vacunar a sus hijos contra la hepatitis B ya sea porque les preocupa la seguridad de la vacuna, o porque no creen que sus hijos corran el riesgo de ser infectados con el VHB.8
Las hipótesis de que la vacuna de la hepatitis B causa varias enfermedades crónicas no han podido ser comprobadas. De hecho, el Comité Evaluador de la Seguridad de las Vacunas del Instituto de Medicina concluyó que los datos científicos favorecen el rechazo de cualquier asociación entre la esclerosis múltiple y la administración de la vacuna de la hepatitis B. En relación con otras enfermedades debilitantes, no hay datos suficientes. 9
Algunos padres consideran la vacunación contra la hepatitis B innecesaria, basados en la creencia errónea de que sus hijos no corren el riesgo de ser infectados. Algunos piensan que la hepatitis B es una enfermedad de los que usan drogas intravenosas, los trabajadores sexuales, los hombres que tienen sexo con hombres, los que trabajan en el campo de la salud (por accidentes cuando son expuestos a jeringas infectadas) y presos.
Aunque el VHB se transmite más efectivamente de persona a persona a través de la sangre y otros fluidos corporales durante el contacto sexual, o por el uso de drogas inyectadas, hay otros factores de riesgo:
Por estas razones, la vacuna de la hepatitis B es recomendada para todos los que tienen 18 años y menores, comenzando la primera dosis justo después de nacer (antes de que el bebé salga de la sala de recién nacidos) 1 Por supuesto, cualquier persona con factores de riesgo también debe ser vacunada no importa su edad.1